Aiona Santana lo incendia todo en Fuego Fuego 2025: talento, tambor y lágrimas para Venezuela
- Fernando Mendoza Nivicela
- 24 may
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 29 may
Por primera vez interpretó en vivo Waraira, su homenaje musical a Venezuela, y convirtió el escenario en una celebración de raíces, resiliencia y renacimiento. La energía bajó del cielo, la lluvia se detuvo, y Aiona hizo historia.

Montreal vibró. Llovía, y de repente, dejó de llover. Fue justo cuando Aiona Santana pisó el escenario. No fue casualidad. Fue destino, energía o una mezcla de ambos. Con banda en vivo, visuales poderosos y el corazón al frente, la venezolana-canadiense ofreció una presentación inolvidable en el Festival Fuego Fuego 2025, marcando un antes y un después en su carrera. Esa tarde no solo cantó: se convirtió en símbolo de lo que significa hacer arte desde la verdad.
"Fue muy especial… dejé de cantar y empezó a llover horrible. No sé si fue Dios, la energía o el clima, pero durante todo mi set no cayó ni una gota."

Así lo contó Aiona en entrevista exclusiva con OnLatino. Lo cierto es que su actuación fue un momento de conexión mágica entre artista y público. Cuando interpretó "Se Nota", el merenguetón se apoderó del lugar y el público respondió con baile, coreografías y gritos. "Fue la primera vez que canté con banda en vivo, y dejé las letras en pantalla para que pudieran cantar conmigo. ¡Y lo hicieron!", relató emocionada.
Pero el verdadero quiebre emocional llegó con “Waraira”, canción inspirada en un viaje reciente a Venezuela. Fue su primera vez interpretándola en vivo, y el impacto fue inmediato. "‘Waraira’ fue inspirada por la resiliencia del pueblo venezolano. Dije:
Cada vez que nos caemos tenemos que levantarnos. Y esa letra que dice 'hoy gritaré a los cuatro vientos que sané y que volví a ser yo'… eso fue lo que sentí al subirme a la tarima." Mientras el ritmo de tambor venezolano mezclado con house music retumbaba, Aiona se cambió en escena, desplegó una falda tricolor y las lágrimas aparecieron entre el público. Fue una catarsis colectiva. Un renacimiento en tiempo real.
El vestuario también habló por ella. Vestida de blanco como símbolo de fe y esperanza para su país, con las siete estrellas de la bandera venezolana en una manga y “Tengo Fe” en la otra, Aiona reafirmó su compromiso con su gente. “María Corina fue una inspiración para ese look. Quería que supieran que no perdemos la fe. Que seguimos hasta el final.” Entre visuales con mariposas, letras proyectadas y mensajes como “Hasta el final”, la artista no solo cantó, narró una historia de sanación personal y colectiva.

El show no solo dejó registros audiovisuales virales y una nueva ola de fans. Dejó un mensaje. Aiona Santana no es promesa: es presente. Con un álbum en camino que nació como EP pero creció por la fuerza de sus ideas, la cantautora, bailarina y compositora firmada con Anthem Entertainment prepara nuevos lanzamientos donde cada canción, según ella, “es como un hijo con personalidad propia”.
“Yo les diría a los artistas que se lancen, aunque les dé miedo, porque van a caer volando. Y que se rodeen de gente que les eleve, que les crea el proyecto. Aquí estamos para apoyarnos como comunidad.” Ese fue su mensaje para otros soñadores latinos en Canadá. Y así se fue Aiona del escenario: volando. Como las mariposas que lleva en su chaqueta. Como una voz que ya no puede ni quiere pasar desapercibida.
No joda que gran show, no estamos hechando broma, fuerza elegancia y venezuelaaaaaaa 🇻🇪
Estuve ahí desde temprano, yo soy de Valencia y escuchar ese tambor venezolano me conectado tanto con mi país que es imposible de olvidarlo! 🇻🇪