Rancheras, nostalgia y fuego patrio: “De Rey a Rey” sacudió Toronto sin miramientos
- Fernando Mendoza Nivicela
- 9 jun
- 3 Min. de lectura
Esta noche Toronto vibró al compás de Alejandro Fernández en su homenaje “De Rey a Rey”. Entre rancheras legendarias y baladas inolvidables, El Potrillo narró su herencia musical con pasión familiar. Ni el Coca‑Cola Coliseum ni la noche pudieron contener esa explosión mexicana de puro corazón.

Hoy, Toronto vivió una noche histórica este domingo 8 de junio en el Coca‑Cola Coliseum. Alejandro Fernández, acompañado por su hija Camila, encendió a su público con un repertorio cargado de nostalgia ranchera y pop latino. Desde los primeros acordes de “El Rey” hasta “Si tú supieras”, la velada brilló por su fuerza, su tradición y una pasión que estremeció el recinto.
La noche arrancó puntual a las 8:00 p.m. tras la apertura de la banda invitada y la aparición de Camila Fernández, que con apenas 27 años demostró tablas, elegancia y un dominio territorial impresionante. Su interpretación de “Todo todo” y “Pudimos ser” fue acogida con una ovación ensordecedora, anunciando que estaba a la altura de su rol en este homenaje familiar inolvidable.

Cuando Alejandro tomó el micrófono, el ambiente cambió a emoción pura. Con mariachi en directo, fue desgranando clásicos como “Me dediqué a perderte”, “Volver, Volver” y “Acá entre nos”. Cada tema era una caricia a la memoria de Vicente Fernández y, al mismo tiempo, una afirmación de su propio sello artístico. La química entre padre e hija se palpaba en el aire: intercalaron duetos, risas y gestos cómplices que hicieron vibrar a la audiencia y mostraron que la dinastía Fernández sigue en plena transmisión de fuego musical.

El montaje escénico elevó la experiencia: pantallas gigantes con imágenes familiares, vestuarios de charro impecables y pirotecnia que acentuaba cada momento de fiesta. El cierre fue brutal: “Cuando uno ama”, “Como quien pierde una estrella” y un encore revolucionario con “Hablemos de amor” sellaron una noche donde el público no paró de cantar y bailar. Sirenas emocionales, guitarras estridentes y ese grito intenso de “¡ole!” retumbaron en el Coliseum, dejando claro que Toronto vivió una celebración sin precedentes.
Alejandro Fernández no ocultó su emoción en un breve pero poderoso mensaje:

“Cantar junto a Camila ante mi gente en Toronto fue uno de los momentos más completos de mi vida. Estamos aquí para honrar a mi padre, y el amor que sentimos esta noche lo demostró todo”, declaró con la voz contenida.
Camila Fernández, visiblemente conmovida por su debut en Canadá, brilló al comentar:

“Estar al lado de mi papá fue un sueño hecho realidad. Me siento bendecida de continuar este legado y ver a la gente cantar con nosotros fue mágico”.
El concierto no solo homenajeó a Vicente Fernández, sino que consolidó el vínculo generacional entre tradición y renovación. Toronto fue testigo de un evento donde la música ranchera se celebró con furia, estilo y alma. Alejandro reafirmó su estatus como uno de los grandes de la música hispana, y Camila, con talento, carisma y autenticidad, dejó claro que la dinastía sigue en pié.

Una noche redonda: euforia, millones de acordes y un legado que sigue alentando corazones. Estrépito mexicano en Canadá, energía familiar y un mensaje poderoso: la música auténtica no entiende de fronteras ni de idiomas.
ON LATINO vivió desde adentro esta gran noche “De Rey a Rey”. Nuestra cobertura incluyó una experiencia única con las fans, quienes entre lágrimas, banderas y sombreros nos contaron lo que significa ver a Alejandro y Camila Fernández juntos en Toronto. En nuestro Instagram @onlatino.ca, ya puedes revivir los mejores momentos de este show que unió generaciones con la fuerza de la música ranchera. Una noche para la historia, vivida con orgullo, emoción y raíces profundas.

Muy sigue siendo el rey carnal 🇲🇽