Toronto FC y Red Bulls reparten puntos en un duelo de alto voltaje
- Fernando Mendoza Nivicela
- 24 jun
- 4 Min. de lectura
Una noche de frustraciones y redenciones en el BMO Field.
Theo Corbeanu igualó las cuentas tras un gol tempranero de Sofo.
Toronto mostró corazón, pero sigue sin ganar en casa desde abril.

Toronto FC 1 – 1 New York Red BullsBMO Field, Toronto | Miércoles 25 de junio de 2025 | Jornada 20 – Temporada Regular MLS

En una noche donde la tensión se podía cortar con cuchillo, Toronto FC rescató un punto valioso ante los New York Red Bulls con un empate 1-1 que dejó sensaciones mixtas entre la afición local. El equipo de Robin Fraser mostró reacción, carácter y empuje, pero sigue sin encontrar el camino a la victoria en casa, una deuda pendiente que se arrastra desde abril.
Los visitantes golpearon primero. Al minuto 19, Mohammed Sofo, el hombre más desequilibrante del frente ofensivo neoyorquino, silenció el BMO Field con un zurdazo certero desde el centro del área. Fue una jugada rápida, quirúrgica, tras un mal repliegue de la defensa roja. El tanto desacomodó por completo al local, que intentó responder con remates sin fortuna de Theo Corbeanu y Maxime Domínguez, pero la falta de puntería fue un enemigo constante.

La historia cambió tras el descanso. Toronto salió con otra cara y fue el propio Corbeanu quien encendió la esperanza al minuto 50 con un cabezazo potente tras un saque de esquina bien ejecutado. La reacción fue inmediata: el BMO explotó, los jugadores recuperaron el ritmo y la presión alta incomodó al rival. Sin embargo, el gol del triunfo nunca llegó. Un cabezazo desviado de Kevin Long al 68' fue quizás la más clara para los locales en el segundo tiempo.
Con este resultado, Toronto FC se mantiene en la parte baja de la Conferencia Este con 14 puntos, mientras que Red Bulls conserva su octava posición. La próxima fecha será decisiva si los canadienses quieren evitar que la temporada se les escape de las manos.

Al término del empate ante New York Red Bulls, el entrenador de Toronto FC, Robin Fraser, no ocultó su frustración con la imagen mostrada por su equipo en los primeros 45 minutos. "Terrible. En el primer tiempo lucimos pasivos, inseguros de nosotros mismos", dijo sin rodeos al comenzar su análisis postpartido. El técnico fue claro al señalar que el equipo necesita un cambio de mentalidad desde el arranque de cada compromiso: "Tenemos que comenzar los partidos como jugamos el segundo tiempo. Con energía, con agresividad. No podemos seguir siendo pasivos si queremos competir".
Fraser destacó el impacto del ajuste táctico y actitudinal en el complemento, especialmente en la generación ofensiva:

"En la segunda mitad empujamos desde el inicio y cada vez que hubo centros al área, tuvimos números en el área. Eso habla de compromiso y voluntad". Sobre su decisión de dejar fuera a algunas figuras y apostar por la juventud y la velocidad por las bandas, explicó: "Queríamos ver a algunos de los chicos más jóvenes. Malik necesitaba minutos. Lorenzo estaba saludable, pero buscamos mantener ritmo y frescura por las bandas".
El técnico también elogió la versatilidad y recuperación de ciertos jugadores clave. Sobre Theo Corbeanu, autor del gol del empate, afirmó: "Una vez que se fue a la banda, lo vimos mucho más cómodo. Tiene el talento para jugar en cualquier parte del frente de ataque". Además, reconoció el crecimiento en el medio campo durante el transcurso del partido: "Longstaff y Coello cubren mucho terreno. Comenzaron mal, como todo el equipo, pero terminaron con actitud y buena lectura del juego".
Y aunque su estilo suele ser sereno, Fraser confesó haber perdido la calma en el entretiempo. "Sí, fui menos ecuánime que de costumbre. A veces hay que gritar para tocar el alma del jugador", admitió con franqueza. Para cerrar, envió un mensaje contundente a sus dirigidos: "Este grupo tiene carácter. Tienen que creérselo. Se pueden ganar partidos solo con mentalidad".
El héroe del empate para Toronto FC, Theo Corbeanu, habló con convicción tras marcar el gol que rescató un punto ante New York Red Bulls. Su análisis fue honesto, reconociendo las dificultades, pero también la evolución del equipo tras el descanso competitivo.

“No es fácil volver después de una pausa tan larga y hacer un partido así. Fue muy positivo. Mostramos resiliencia, nunca nos rendimos”, declaró.
El atacante canadiense también fue autocrítico con su rendimiento ofensivo, a pesar de haber anotado: “Tuve una ocasión clara que no concreté, pero por suerte pude aprovechar ese gran centro de Sigy y marcar. Me sentí afortunado de haber podido responder al equipo”. Corbeanu resaltó la entrega del grupo, el desgaste físico por el calor y la intensidad del rival: “En esta temperatura no es fácil correr, pero todos trabajamos muy duro. En defensa estuvimos sólidos ante un equipo muy dinámico como Red Bulls”.

Consultado sobre su tanto de cabeza, admitió entre risas: “No hago muchos goles así, la gente me lo dice seguido. Es algo que quiero mejorar, lo estoy trabajando y me propuse como meta para esta segunda mitad de temporada ganar más duelos aéreos”. También valoró el espíritu colectivo como un mensaje de cambio: “Hoy fue distinto. No bajamos los brazos como en otros partidos. Esta pausa nos ayudó mentalmente, lo sentí en el grupo y ojalá podamos mantenerlo”.
Toronto FC no se llevó los tres puntos, pero el empate ante New York Red Bulls sabe a algo más que una unidad en la tabla. Fue una reacción necesaria, una segunda mitad que devolvió fe, energía y un estilo más comprometido. Robin Fraser lo dejó claro: “Tenemos que empezar como terminamos, con fuego. Si queremos competir, no hay espacio para ser pasivos”.

Y ese mensaje parece haber calado en jugadores como Corbeanu, que representa a una generación con hambre de protagonismo. El BMO Field fue testigo de un equipo que supo reaccionar, pelear y no rendirse. Con este empate, Toronto FC inicia la segunda mitad del año con otra mentalidad. La misión ahora es sostener ese fuego. Porque en esta MLS 2025, cada punto, cada reacción y cada cambio de actitud pueden marcar el rumbo.
Empató aunq sea y no perdió como de costumbre