Toronto se derrumba en los minutos finales: Philadelphia le arrebata el triunfo en el 90’
- Fernando Mendoza Nivicela
- hace 4 días
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En su partido número 300 como local, Toronto FC estuvo a minutos de vencer al líder del Este, pero dos goles en los últimos cinco minutos silenciaron el BMO Field.
Lo que parecía una noche de celebración para Toronto FC terminó en desilusión. En su histórico partido número 300 en casa por temporada regular de la MLS, el equipo canadiense cayó 2-1 frente a Philadelphia Union, líder de la Conferencia Este, tras recibir dos goles en los últimos cinco minutos del encuentro.
Durante el primer tiempo, ambos equipos mostraron un enfoque táctico marcado, con pocas oportunidades claras de gol. Toronto tuvo sus mejores momentos en los pies de Jonathan Osorio, quien remató al arco en dos ocasiones y forzó intervenciones claves del portero rival. Philadelphia, por su parte, tuvo chances tempranas con Bruno Damiani y Quinn Sullivan, pero la defensa local supo contener.
El segundo tiempo arrancó con tensión acumulada y oportunidades que se escapaban por milímetros. Fue al minuto 75 cuando el estadio estalló: Ola Brynhildsen convirtió el 1-0 para Toronto con un potente remate tras una asistencia de Osorio en un contraataque letal. Todo indicaba que los Reds se quedaban con los tres puntos, empujados por una hinchada incansable que no dejó de alentar desde las tribunas.
Pero Philadelphia no había dicho la última palabra. Nathan Harriel empató de cabeza al minuto 85 tras un saque de esquina, y al 90’, Kai Wagner silenció el BMO Field con un zurdazo desde fuera del área que sentenció el partido. La frustración se sintió dentro y fuera del campo, y el clima se tensó aún más cuando un aficionado invadió brevemente el terreno de juego, siendo interceptado por la seguridad del estadio sin mayores consecuencias.
Al finalizar el encuentro, el técnico de Toronto FC, Robin Fraser, expresó con claridad su decepción:
“Estoy increíblemente decepcionado. El trabajo que hicieron durante 85 minutos fue increíble. Lucharon. Este es un equipo muy difícil de enfrentar y estuvimos a la altura durante la mayor parte del partido. Eso es lo que duele.”
Sobre los goles recibidos, Fraser fue directo: “El segundo fue una jugada rara, un desvío. Pero ambos llegaron en jugadas a balón parado. Y es frustrante porque son momentos que deciden partidos. Siempre puedes hacer algo más: poner el cuerpo, incomodar al rival. Nos faltó concentración.”
Consultado por el rendimiento de Ola Brynhildsen, autor del gol de Toronto, Fraser elogió al delantero: “Es un espécimen físico total. Su disposición para correr, presionar, aguantar el balón... es impresionante. Marcó un gol espectacular, propio de un delantero de gran calidad. Ejecutó esa jugada a la perfección.”
Frente a la pregunta sobre cómo seguir tras una derrota tan dura, el técnico fue enfático: “Te levantas, tienes otro partido el sábado, y juegas con esa misma intensidad durante 93 minutos. Eso es lo que sigue.” Con orgullo, cerró su análisis destacando la entrega del plantel: “Estoy muy, muy orgulloso de lo que hicieron. Fue una actuación excelente en condiciones difíciles. Solo lamento que no se hayan llevado la recompensa que merecían por su esfuerzo.”
Por su parte, el delantero noruego Ola Brynhildsen, que firmó una gran actuación a pesar de salir golpeado físicamente, también lamentó el resultado:“
Nos ganaron en los últimos cinco minutos, y eso arruina lo que fue un partido perfecto de nuestra parte. Es duro. Jugamos muy bien, le ganamos a Philadelphia en su propio juego: físico, intenso, de correr todo el tiempo… y no nos llevamos la recompensa.”
Brynhildsen reveló que su familia estaba presente en el estadio: “Mi mamá y mi padrastro llegaron directo del aeropuerto. Tal vez eso me ayudó un poco. Me sentí con confianza, hice la carrera, vi el espacio y definí. Solo necesito más de esas pelotas al espacio. Cuando me usan así, puedo crear cosas.” Sobre su estado físico, el delantero fue honesto: “Estoy golpeado, tengo el tobillo inflamado, pero puedo soportar algo de dolor. Nada que me vaya a detener.”
Con un nuevo compromiso en pocos días, Ola fue claro en el mensaje dentro del vestuario: “Hay frustración, pero lo bueno es que el próximo partido llega rápido. No podemos quedarnos enganchados en esto. Hay que dejarlo ir esta noche y mañana ya pensar en el sábado.”
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